La
última gota.
Devuélveme la gota
que se escurrió de mis ojos.
Tan pequeña y dulce
que fue a dar a tu pecho desierto
y sin embargo,
se hincó en mi corazón.
Devuélvela,
por si acaso una noche de éstas,
un ángel decida hacer con ella
una flecha o una flor.
Y esta vez, sea yo la que decida...
liberarla de ti en las estrellas
¡y por fin
apostarle
al verdadero amor!
Ella no te pertenece.
Y yo...
tampoco.
Ada Noemí Zagaglia