Elena Cabrejas


CONTINÚO CAYENDO

 

En el canto de la soledad tiemblan los pétalos

 de la flor aquella que me dieran tus manos

 cuando era tiempo de aprender a nombrarte

 en los rincones del sueño que me ayudabas

 a construir suave

 despaciosamente

 apartando las telarañas de los desencuentros

 del día

 los cortinados del anochecer

 el chocar de suspiros contra el jadeo del pecho

 a punto de estallar.

 

El canto de la soledad penetrándome

 en este largo espacio desde mis párpados cerrados

 hasta el lago de tus ojos

 donde siempre he caído

 y continúo cayendo

 interminablemente.